Por descuido y falta de tiempo, a la computadora de mi papá le cayó un virus de esos molestoso pero casi inofensivos y solo me di cuenta de que lo tenía cuando conecté el pendrive de mi papá a mi computadora y el antivirus saltó a eliminarlo.
El virus fue removido con facilidad, pero eso hizo que todos los archivos que se encontraban en el pendrive desaparecieran. La capacidad de uso del pendrive se mostraba llena, lo que significaba que los archivos estaban físicamente allí, solo que no se veían.
El problema consistía en que el virus puso los archivos como ocultos y el antivirus no los hizo aparecer de nuevo, así que me tocó hacerlo manualmente.
Para comprobar que en realidad los archivos estuvieran donde debían estar, utilicé el programa Winrar y abrí el pendrive desde dicha aplicación, en el visor se mostraron los archivos aunque estuvieran ocultos. Esto solo me sirvió para saber que los archivos siguiera allí.
Para hacerlos aparecer, abrí una consola de DOS.
Para abrir la consola de DOS se da clic en Inicio y luego en Ejecutar, aparecerá una ventanita llamada Ejecutar, en donde dice Abrir: se escribe CMD.
Al aparecer la consola de DOS (una ventanita con fondo negro y letras blancas), hay que situarse en la ruta del directorio superior donde se encuentran los archivos ocultos. En mi caso era todo el pendrive que era el D: (solamente tuve que escribir D:)
Cuando estuve en la ruta adecuada (D:\>) escribí lo siguiente:
attrib -h -r -s *.* /s /d
Esperé unos segundos y ahora sí ya se veían todos los archivos.
Nota: Estos pasos son para versiones de Windows XP o superior.